Como decíamos ayer es ncesario beber líquido antes y después del ejercicio físico, previo a un imprescindible control médico, para comenzar cualquier actividad. Y continuando con el post de ayer tenemos que recordar que los expertos afirman que hay que ajustar la hidratación a las necesidades individuales de cada persona y beber con regularidad a lo largo del día, para evitar cualquier síntoma de deshidratación. Hay que tener bien claro que tanto el agua mineral como los refrescos de frutas sólo sirven para ejercicios de menos de una hora de duración. Sin embargo, cuando se cumple un plan de varios dias a la semana hay que procurar la hidratación con bebidas isotónicas o bebidas a base de frutas.La mejor opción son las bebidas cuya composición contenga hidratos de carbono y sodio. Se puede elaborar una bebida isotónica casera mezclando agua mineral, hidratos de carbono (por ejemplo, maltodrextrina), calcio, magnesio y una pizca de sal. Por cada hora de caminata se necesitan entre 60 a 80 gramos de maltodrextrina. Se puede preparar también una mezcla un 50% de agua mineral que contenga bastantes sales minerales, un 25% de zumo de naranja y un 24% de zumo de uva. Al finalizar el ejercicio hay que seguir bebiendo. Los músculos piden relajación pero también energía a través de nutrientes y minerales. En este sentido, la cerveza sin alcohol es isotónica, ya que contiene calcio que ayuda a depositar los hidratos de carbono en los músculos, magnesio que protege de los calambres y fósforo que favorece el crecimiento de los huesos.También es beneficiosa, aunque en menor medida, la leche con cacao que aporta magnesio, proteínas, hidratos de carbono y suero, que favorece la reconstrucción de los músculos. Debido al alto contenido de azúcar del cacao, es muy recomendable después de entrenamientos intensos.